A estas alturas todos ustedes conocen la historia. Una vez más la destacada comunicadora Nuria Piera ha desenmascarado otro de los tantos miles de corruptos de este y todos los gobiernos que hemos tenido; y no solo los gobiernos sino también todas las instituciones de nuestro país, incluyendo la familia y las iglesias. La realidad es que en este país nada escapa a la corrupción. Somos corruptos por naturaleza. Lo que choca en todo esto es que nosotros, los cristianos nacidos en República Dominicana, no somos de naturaleza dominicana, o, al menos, no deberíamos serlo.
A lo que me refiero es a lo que dice el apóstol Pedro de que hemos venido a ser herederos de la naturaleza divina. El ser humano, tan pronto entrega su vida a Dios, pasa por el evento del Nuevo Nacimiento. Claro, no soy tan ingenuo para pensar, y no es tampoco lo que enseña la Biblia, que el Nuevo Nacimiento implica un cambio repentino y total hacia ese Hombre Perfecto que alcanzaremos en la glorificación.
Lo penoso en todo esto es que cuando observas la cristiandad contemporánea te das cuenta de que estamos tan lejos de alcanzar todo aquello, porque ni siquiera estamos buscándolo. No hay siquiera tal intención de cambio porque hoy escuchamos un mensaje que pretende borrar de la mente del creyente toda intención de alcanzar la perfección moral por medio del sacrificio personal, pues lo que realmente interesa (a la luz de las nuevas corrientes doctrinales) es alcanzar la prosperidad económica.
Muchas de las facciones cristianas de hoy en día no pretenden que este mundo no sea su hogar, como dice el viejo himno, sino, muy por el contrario, su esfuerzo se enfoca en dominar este mundo, en ser la cabeza, y no cola, de un cuerpo (este mundo) que apesta a corrupción y pecado. Hoy el esfuerzo de una gran parte de la cristiandad no se orienta hacia el cielo, su morada celestial, sino hacia la Tierra, pues se autodenominan conquistadores de este mundo en el que todo vendrá a ser de ellos. Lástima que ese “todo” incluya también la ambición y su hija querida e inseparable: La Corrupción.
Y no me refiero solamente a aquellos que lo predican desde los pulpitos televisivos, los de la famosa ecuela de la teología de la prosperidad; pero me refiero también a todos aquellos que, aun dentro de las iglesias de "cristianismo tradicional", estamos empeñados en vivir siguiendo las corrientes de este mundo de tenerlo todo a como de lugar.
Es una consecuencia directa de el enfoque que ha elegido parte de la iglesia cristiana, por eso no he de sorprendernos que sigan surgiendo muchos Marcos Lorenzo por ahí, apóstoles de una prosperidad que, en América Latina, se parece más a la prosperidad de nuestros políticos y empresarios. Una prosperidad que surge del todo vale, todo se puede, el fin justifica los medios, no importa si estos son la explotación espiritual o alcanzar determinados puestos para, en el nombre de dios y de la famosa “bendición”, poder vivir “prosperado y en victoria”.
6 comentarios:
Manito en este articulo te dejaste gobernar por tu deseo apologistico en contra del neo pentecostalismo.
perdona, pero es mi perseccion en lo que acabo de leer.
bendiciones
Jaja; Joha no tengo nada en contra de los Neo-Pentecostales, mi problema es con la prosperidad y la mal llamada super fe. Yo creo que el don de apostolado está aun vigente, pero no en la forma en que lo presenta Peter Wagner y su gran cantidad de seguidores.
bendiciones. aun sigo sindo muy ingenuo, y hasta un alto porcentaje de sentimentalismo. al ver ese reportaje sobre Marcos lara, me lleno de mucha tristeza, pues estas personas dañan las grandes posibilidades que yo he creido que los evangelicos hemos desperdiciado. Jhorman, yo soy de los que pienza que los cristianos debemos alcanzar pocisiones altas en todas las instancias, pero no con el fin del lucro, sino para usarlos como canales para la justicia, propagacion del evangelio y promover y mantener los valores eticos-cristianos. pero aun parece que no estamos preparados para estar en medio de la tentacion sin ser tocados, pero eso no me extraña, si aun estando en la iglesia queremos ser dueños de todo, los jefes de todos y los autonomos-incuestionalbes (apostoles), mi anhelo es que los cristianos piadosos lleguen a los cines, para que cambien las formas de las peliculas obscenas, que los cristianos lleguen a los tribunales para que establezcan las verdadera justicia, que lleguen a la policia para que acaben los macuteo y el abuso de poder, que lleguen a las camaras altas y bajas para que defiendan las leyes favorables al pueblo y los principios bliblicos. que lleguen a las escuelas para que los jovenes crezcan con valores socio-cristianos. pero, que pena, que algunos creen que esto solo puede ser posible cuando cristo venga, cuando estoy seguro que el dijo que estaria con nosotros; no mañana, sino ahora. y por la fe, esto es un hecho.
Kwaydis estoy de acuerdo contigo. Yo creo firmemente que podemos alcanzar grandes cosas para nuestro país si más y más cristianos capacitados y con formación fuerte accedemos a los espacios de poder. Que no necesariamente deben ser puestos en el estado, aunque sí podría ser. Bueno me solidarizo con tu comentario y tu y yo tenemos un compromiso fuerte con esto a través de la formación de nuestros miembros. Bendiciones.
Te Felicito por el Blog.
Sobre este comentario creo que el problema no es que los creyente alcancemos o procuremos puestos de poder e influencia social. Creo que el asunto es la definicion clara de las intenciones ¿Para que? Cuando las intenciones son de status personal, lucro y vanagloria personal terminaran en corrupcion. Cuando la intencion sea glorificar a Dios y extender los principios de su reino al sistema humano la gestion traera bendicion a todos.
Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Argentina!
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