domingo, 6 de marzo de 2011

El Problema De La Fe

El Problema De La Fé.

Heb 11:1 Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Rom 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Heb 11:13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.

Heb 11:14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria;

Heb 11:15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.

Heb 11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.

Introducción:

El Mito De La Caverna

Platón describió4 en su alegoría de la caverna un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

Continúa la narración contando lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad. Una realidad más profunda y completa ya que ésta es causa y fundamento de la primera que está compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, lagos, astros, etc. identificados con el mundo inteligible) fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente "el Sol y lo que le es propio",5 metáfora que encarna la idea de Bien.

La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para "liberar" a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del Sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad, 6 con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte

¿Qué conexión tiene esto con la fe?

Definición de fe: Heb. 11:1

La Fe un Producto:

La Fe es el lenguaje que nos acerca a Dios, no podemos tener comunicación con él a menos que no sea a través de la Fe. Pero esta es en sí misma un don de Dios de manear que conocemos a Dios a través de la Fe, pero una fe que no es algo en lo que podamos gloriarnos porque realmente es algo que nos ha sido dado, hemos sentido su toque y hemos reaccionado. Por lo que la Fe es en sí un producto, el resultado al toque interno de Dios.

Locura a los que no creen:

De ahí que Pablo diga que nuestro mensaje, que es basado en la Fe, es locura para aquellos que se pierden, es locura porque como los hombres en la cueva no pueden entender una realidad que ellos no han vivido nunca, todo aquello que nosotros, los que creemos, hemos vivido son puras fantasias, cosas inventadas sin ningún tipo de validez porque sencillamente no es parte de la realidad en la que viven los que no conocen a Dios. Hay una alegoría de un apologeta cristiano de Holanda que tiene cierto parecido, una apologeta es alguien que defiende la fe, y este hermano realizo durante el siglo pasado un poderoso ministerio en universidades y defendiendo la fe frente a la gente que solo confía en la ciencia, en los hechos, en la realidad tal y como ellos la han visto siempre:

Cornelio Van Til: Porqué creo en Dios.

Si el Dios del cristianismo existe, la evidencia para Su existencia es tan abundante y llana como para que sea anticientífico y pecado el no creer en Él. Por ejemplo, cuando el Dr. Joad dice: "La evidencia de la existencia de Dios está lejos de ser llana," suponiendo que si fuera sencilla, todos creeríamos en Él, él está suponiendo lo que intenta afirmar. Si el Dios del cristianismo existe, la evidencia a su favor debe ser llana. Y la razón, por consiguiente, por la que "todos" no creemos en Él debe ser que "todos" estamos cegados por el pecado. Todos llevamos lentes coloreados.

Usted ha oído la historia del valle de los ciegos. Un hombre joven que estaba de caza cayó de un precipicio en el valle de los ciegos. No había ningún escape. Los hombres ciegos no entendieron cuando él les habló de haber visto el sol y los colores del arco iris, pero una elegante y joven mujer lo entendió cuando él le habló el idioma del amor. El padre de la muchacha no consentía el matrimonio de su hija con un loco que hablaba tan a menudo de cosas que no existían. Pero los grandes psicólogos de la universidad de los hombres ciegos ofrecieron curarlo de su locura cosiendo sus párpados. Entonces, ellos le aseguraron, que sería normal como "todos" los demás.

Pero el simple vidente siguió protestando que él había visto el sol.

Yo propongo no sólo operar su corazón para cambiar su voluntad, sino también sus ojos para cambiar su manera de ver las cosas.

Este mundo solo ha vivido una realidad de esclavitud, atados dentro de una cueva, con sus ojos vendados, ciegos. El por eso que Pablo nos recuerda, al hablarnos del mundo perdido, que nosotros también estuvimos como ellos, perdidos en nuestros delitos y pecados, estuvimos también en la cueva, atrapados mirando solo sombras de lo que realmente es la vida de Dios.

El por esto que a personas que han estado vivas toda su vida, que creían conocer a Dios y no se esclavos de nadie, Jesús les dice yo vengo para que tengan vida y la tengan en abundancia, el les dice si el hijo les libertare sereis verdaderamente libres.

Porque antes del conocimiento de El a través de la fe, hemos vivido vidas escasas, hemos realmente estado muertos. Porque antes de conocerle a El no habíamos experimentado nuca la verdadera libertad.

Y qué espera Dios en respuesta: Más fe. Heb. 11: 6; Rom 1:17

Es aquí donde la fe se puede volver un problema, porque Fe es lo que Dios espera de nosotros, espera que tengamos certeza y convicción. Espera que nosotros, que hemos salido de la caverna y hemos visto el sol, cuando volvamos a la caverna, no andemos como aquellos que solo han visto las sombras reflejadas en la pared, que una vez hayamos visto y probado la vida no andemos por ahí como aquellos que la única noción de la vida que tienen son sombras borrosas que se mueven, que nosotros que vemos, que podemos ver, cuyas vendas han sido quitadas, no paremos nunca de hablar de la belleza que nos ha sido revelada, es por eso que el Evangelio (las buenas nuevas) va amarrado a la fe.

Dios espera Fe, y no se conforma con menos que eso: Cuando vemos la historia del pueblo de Israel en el desierto vemos a un Dios que llega a jartarse de un pueblo incrédulo, ellos habían visto como Dios había cumplido sus promesas de librarlos, habían vivido la Gloria de Dios en el cruce del Mar Rojo, habían probado la provisión de Dios en el Maná, y aun así su respuesta no había sido de Fe. Por eso Dios cogía un pique tan grande con ellos que, cuando se quejaban, por ejemplo, del mana y que estaban jarto de esa arinita vieja, Dios le dice a Moises, quitate de en medio que me los voy a lamber a todos, toy cansao de este pueblo de incrédulos.

La misma historia vemos en el ministerio de Jesús: Luego de haber hecho grandes milagros, los evangelios relatan un par de piques que cogió el Maestro con los discípulos y ambos tienen que ver con la falta de fe. Marcos dice que El les dice que se cuiden de la levadura de los fariseos, y lo que ellos entienden es que les está reprimiendo porque no trajeron pan. Imaginense ustedes, acaba de multiplicar en dos ocaciones un poquito de pan para repartir a una inmensa multitud, y ellos siguen enfocado en la escases del pan. El Señor les dice que tienen la mente bota, están tapao. La otra situación está en Mateo 8, cuando les dice que se vayan al otro lado, que escapen de la gente para poder descansar, luego de haber realizado varios milagros, les ataca una tormenta y están a punto de hundirse y le dicen Maestro salvanos que perecemos, la respuesta de Jesús era que porqué tenían miedo, hombres de poca Fé.

Ahora debemos considerar que estamos hablando de pescadores, que se conocían de cabo a rabo ese lago porque habían estado todas sus vidas allí. Sabían distinguir entre una simple briza fuerte y una tormenta que puede acabar con sus vidas, así que la respuesta lógica ante aquella terrible tormenta era, cuando menos, sentir temor por sus vidas ¿correcto?... Sí, si la única realidad que conoces es la de dentro de la caverna, donde los problemas grandes no tienen solución, donde solo puedes manejar fuertes vientos pero las grandes tormentas escapan de tus manos.

Pero cuando tú estás entre aquellos que han salido de la caverna, y has visto el poder aquel que creó el trueno y el mar tu vives en una realidad diferente. Cuando tú has podido ver la grandeza, poder y majestuosidad del Sol, a tal punto que tus ojos quedan ensombrecidos, no te puedes amilanar ante la pequeña fogata que hay dentro de la cueva. Dios espera más de ti, porque Dios te ha dado mucho, el te lo ha dado todo, se ha dado a sí mismo. La respuesta que le satisface es la confianza, la certeza, la convicción, no porque tenemos una Fe ciega, si no porque hemos probado y hemos visto que El es bueno. Por eso toda respuesta que no sea Fe es una desilusión para Dios. Cuando dudamos estamos poniendo en entredicho el poder de Dios. Sin Fe es Imposible agradarle, PUNTO.

De qué Forma Se Manifiesta La Fe (el movimiento) Heb. 11:13-16.

Cuando decimos que tenemos Fe debemos movernos desde donde estamos hacia aquello que Dios nos llama. Tener Fe y quedarnos donde estamos, porque tememos lo que pueda venir, porque no tenemos confianza en el futuro; es como cuando un niño está encaramado en un árbol y su padre le dice salta que yo te voy a atrapar. El niño le dice, mi papi lindo yo si te quiero, claro que confío en ti, yo pongo mi vida en tus manos. El padre le dice solo salta que yo te atrapo; el niño continúa: oh mi papito precioso, tu eres tan fuerte, tienes unos brazos tan musculosos, que feliz yo soy de tener un padre como tú, ah que confianza me da que tú seas mi papá, miren todos ustedes niños, ninguno tiene un padre tan fuerte y poderoso como el mío. El padre le dice solo salta, es lo que te estoy pidiendo. Y el niño continúa dando alabanzas a su padre, diciendo lo grande y poderoso que es, pero nunca salta. Tu puedes estar seguro que el padre terminará irritándose.

Eso es lo que sucede con muchos de nosotros, adoramos a Dios, venimos a la iglesia y cantamos de su poder y sus grandes maravillas, incluso hablamos a otros de lo maravilloso que es la vida de Fe, confiar en Dios, pero nunca nos atrevemos a dar el salto. Nunca nos movemos de la zona de comodidad donde estamos. Y la Fe solo se expresa a través del movimiento. Eres salvado y el evangelio, dice Pablo que es poder de Dios para salvar, pero a renglón seguido dice que se manifiesta por fe y para fe. Porque no es suficiente que el Justo crea en la Fe, si no que viva por la Fe.

No sería suficiente que creyéramos que hay un mundo fuera de la caverna, necesitamos tomar la decisión y emprender el viaje hacia afuera. Debes moverte de la situación en la que estás, porque aunque creas que hay seguridad dentro de la cueva, después de todo has estado toda tu vida allí, no vas a experimentar la grandeza de Dios hasta que no salgas a su llamado, aunque creas que el fuego de la fogata te mantiene caliente, eso es solo porque no has estado expuesto nunca al sol. Todos los grandes hombres de Dios tuvieron que moverse en respuesta al llamado de Dios, Abraham dejó su tierra y su parentela para ser heredero de la promesa, José tuvo que dejar su pequeño hogar para poder ser príncipe del Gran Egipto, Moises debió salir de la comodidad del palacio para guiar a su gente a la Tierra que Fluye Leche y Miel, el Pueblo de Israel tuvo que atravesar el desierto para pasar de esclavos a poseedores de La Tierra Santa, David tuvo que salir de los rediles de su padre Isaí para convertirse en el Rey de toda la nación, Los discípulos tuvieron que abandonar sus redes para dejar de bregar con los malolientes peces y convertirse en pescadores de hombres y trastornar de esta manera todo el imperio. Nosotros, nosotros como iglesia somos llamados a movernos de donde estamos, a dejar de estar solo alabando a Dios diciéndoles palabras bonitas y dar el salto a sus brazos depositándonos completamente en él. Debemos salir del calorcito seguro de nuestra cueva en donde hemos estado como iglesia por más de 30 años y atrevernos a conquistar esta comunidad que Dios nos ha dado. Necesitamos ya no hablar solo de lo bonita y poderosa que es la Fé. Necesitamos Vivir por La Fe, pues el Justo solo por la fe vivirá.

lunes, 21 de febrero de 2011

Sobre el Pecado

A continuación comparto con ustedes algunas notas de la clase sobre doctrinas que estoy dando los domingos en escuela dominical. Me parece que podrían ser de edificación.

La definición de pecado por Wayne Grudem

La historia de la raza humana aparece en las Escrituras primariamente como la

historia del hombre en un estado de pecado y rebelión contra Dios y del plan de redención

de Dios para llevar al hombre de regreso a la comunión con él. Por tanto, es

apropiado considerar ahora la naturaleza del pecado que separa al hombre de Dios.

Podemos definir el pecado de la siguiente manera: El pecado es no conformarnos a

la ley moral de Dios en acciones, actitudes o naturaleza. Lo definimos aquí en relación

con Dios y su ley moral. El pecado incluye no solo las acciones individuales tales

como robar o mentir o matar, sino también las actitudes que son contrarias a las actitudes

que Dios requiere de nosotros. Esto lo vemos ya en los Diez Mandamientos,

los cuales no solo prohíben acciones pecaminosas sino también actitudes

erróneas: «No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo,

ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca» (Éx 20:17). Aquí

Dios especifica que el deseo de robar o de cometer adulterio es también pecado

ante sus ojos. El Sermón del Monte también prohíbe actitudes pecaminosas tales

como el enojo (Mt 5:22) y la lujuria (Mt 5:28). Pablo menciona actitudes tales como

los celos, el enojo, el egoísmo (Gá 5:20) como cosas que son las obras de la carne

opuestas a los deseos del Espíritu (Gá 5:20). Por tanto, una vida que agrada a Dios

tiene pureza moral no solo en las acciones, sino también en los deseos del corazón.

De hecho, el más grande de los mandamientos requiere que tenga el corazón lleno

de una actitud de amor a Dios: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con

toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas» (Mr 12:30).

La definición de pecado que hemos dado arriba especifica que el pecado es no

conformamos con la ley moral de Dios no solo en acción y actitud, sino también en

nuestra naturaleza moral. Nuestra misma naturaleza, el carácter interno que es la

esencia de quienes somos como personas, también puede ser pecaminosa. Antes

de que Cristo nos redimiera, no solo cometíamos acciones pecaminosas y teníamos

actitudes pecaminosas, sino que éramos pecadores por naturaleza. Por eso

Pablo puede decir que «cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros

» (Ro 5:8), o que anteriormente, «como los demás, éramos por naturaleza objetos

de la ira de Dios» (Ef2:3). Aun cuando está durmiendo, un inconverso, aunque

no esté cometiendo acciones pecaminosas ni cultivando activamente actitudes pecaminosas,

es un «pecador» a los ojos de Dios; todavía tiene una naturaleza de pecado

que no se conforma a la ley moral de Dios.

Es mucho mejor definir el pecado en la manera en que las Escrituras lo hacen, en

relación con la ley moral de Dios y su carácter moral. Juan nos dice que «todo el que

comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley» (1 Jn

3:4). Cuando Pablo busca demostrar la pecaminosidad universal de la humanidad,

apela a la ley de Dios, ya sea la ley escrita que fue dada a los judíos (Ro 2:17-29) o la

ley no escrita que funciona en la conciencia de los gentiles quienes, mediante su

comportamiento, «muestran que llevan escrito en su corazón lo que la ley exige,

como lo atestigua su conciencia» (Ro 2:15). En cada caso su pecaminosidad queda

demostrada por su falta de conformidad con la ley moral de Dios.

Por último, debiéramos notar que esta definición hace hincapié en la seriedad

del pecado. Nos damos cuenta por experiencia que el pecado es perjudicial para

nuestra vida, que nos trae dolor y consecuencias destructivas para nosotros y para

todos los que son afectados por él. Pero definir el pecado como la falta de conformidad

con la ley moral de Dios, es decir que el pecado es algo más que doloroso y

destructivo, que es también malo en el sentido más profundo de la palabra. En un

universo creado por Dios, no se debe aprobar el pecado. El pecado está en directa oposición

a todo lo que es bueno en el carácter de Dios, y así como Dios necesaria y

eternamente se deleita en sí mismo y en todo lo que él es, también necesaria y eternamente

aborrece el pecado. Es, en esencia, la contradicción de la excelencia de su

carácter moral. Contradice su santidad, y tiene que aborrecerlo.

Definición por Richard Niebuhr:

"El pecado es, entonces, la no voluntad del hombre de reconocer que es dependiente y que es criatura de Dios y su esfuerzo de hacer su propia vida independiente y segura" Richard Niebuhr.

Explicación por Jhorman Rivera:

La palabra Pecado en su original griego significa “errar al blanco” como quien tira una flecha y no da en la diana. El pecado es pues todo aquello que no satisface la voluntad de Dios. Todo aquello que queda corto ante las medidas de santidad de Dios (moral, social y espiritualmente).

La naturaleza del hombre antes de conocer a Cristo es caída, este está en la carne por lo que es esclavo del pecado, no tiene ninguna opción ante su amo. Una vez el hombre acepta al Señor, con el nuevo nacimiento en la regeneración, este pasa a ser hombre vivo, hombre espiritual, al ser coheredero con Cristo, es “hecho hijo de Dios” y en su naturaleza ya no manda el pecado, sino que como dice Pablo en Romanos, ha muerto al pecado y vivido para Dios”.

El pecado desaparece entonces en la esfera de lo que llamo espiritual (naturaleza) pero el hombre sigue en la lucha en sus miembros contra el pecado moral y social. Hasta su redención final, cuando venga lo perfecto y su cuerpo también sea totalmente santificado, como ya lo ha sido su alma.

lunes, 17 de enero de 2011

Venciendo La Tentación

La búsqueda de una mayor profundidad espiritual en nuestras vidas es uno de los enfoques de este año en nuestro Ministerio de Jóvenes VID, por esta razón estaremos escribiendo devocionales como este cada cierto tiempo. Es nuestra oración que sean de bendición para tu vida y te ayuden en tu crecimiento espiritual. Nuestra visión en VID es:

“Guiar Jóvenes en una relación de crecimiento con Jesús”

Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie. Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.

Santiago 1:13-15.

La tentación es parte de la vida diaria del creyente. Somos tentados en nuestra interacción diaria con el mundo que nos rodea. Cuando salimos a la calle, aun sin hablar con nadie, somos tentados (los chicos) por las jóvenes con vestimentas provocativas. Cuando hablamos con la gente y normalmente surgen conversaciones chismosas; cuando tenemos que dar excusas en nuestros trabajos porque no cumplimos con nuestros deberes, o cuando malgastamos el tiempo en cosas que no traen ningún provecho a nuestras vidas.

Las tentaciones son muchas y de muchos colores, cada cual tiene su compleja amalgama de situaciones que representan una tentación personal, tal vez sea esta para él solamente (algunos puestos de empleo presentan tentaciones particulares a las que no todos nos vemos sometidos), o en sentido general para todos los creyentes.

Cada día el asunto no es si seré o no tentado, sino en qué momento llegará la tentación, si esta me tomará desprevenido.

La realidad es que el asunto de la tentación no es casual. No sucede porque sí, sino que es parte de un plan. La Biblia nos presenta a Satanás como El Tentador. Este aspecto hace de la tentación una guerra en la que tenemos todas las de perder, cuando nos enfrentamos a ella basados en nuestras fuerzas y habilidades.

El hecho es que tenemos un enemigo sumamente capaz, quien nos conoce de manera particular como nadie en esta tierra. Tiene toda nuestras vidas estudiándonos, por lo tanto conoce todas y cada una de nuestras debilidades. Así que si de algo puedes estar seguro es que la tentación no vendrá en aquellas áreas en las que eres fuerte y tienes habilidades especiales. La tentación viene siempre en el lugar y el momento en que somos más vulnerables.

El Diablo pasa todo el día planeando la tentación, el es paciente y espera el momento y el lugar exacto para darnos el golpe. Como los grandes felinos en momentos de cacería, está siempre al acecho, espera el momento indicado, y solo en ese momento se lanza al ataque. Así como los felinos tienen todas las de ganar con un siervo descuidado, cuando nos olvidamos de la realidad de nuestra guerra somos atacados por Satanás y caemos en la tentación.

La única manera de vencer a este enemigo constante en sus ataques es siendo constantes en la oración y estudio de la palabra. Estas son las armas sin las cuales no podemos salir al campo de batalla. Por desgracia, es tan fácil en la vida moderna, con tantas cosas que nos distraen, olvidarnos de salir al mundo bien apertrechados.

Nosotros, los siervos de Dios de esta generación, necesitamos retomar las disciplinas espirituales que dieron a nuestros antecesores vidas victoriosas frente al mundo, y dieron a la iglesia momentos de grandeza y avivamiento. Necesitamos orar, ayunar, leer la Biblia, meditar en ella, tener tiempos de retiros en los cuales nos alejemos de todo y de todos, tiempos a solas con Dios, hacer hábitos de búsqueda espiritual.

Hasta que logremos estas cosas en nuestras vidas, seguiremos siendo presa fácil de nuestro enemigo, y la tentación, siempre al acecho, seguirá siendo una trampa perfecta contra nuestras almas, haciéndonos cautivos de vidas pecaminosas y evitando que vivamos la libertad que Dios nos promete.

Uno de los enfoques de este año en el ministerio VID es la búsqueda de profundidad espiritual, desde el liderazgo hasta el más nuevo de nuestros miembros, queremos todos vivir vidas más dependientes del Espíritu Santo, en consecuencia, vidas con más poder.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Versos Sobre La Depresión.


Bueno este fin de año me cogió con escribir versos, era una vieja pasión de adolescencia que había abandonado. Me inspiré en un momento de depresión post parto de mi esposita. Como no podía hacer mucho, me puse a escribir y salió esto:

Y la vida corría tan rápido que dejamos el tiempo atrás, me apresuré a detenerte pero ya estabas distante, tus ojos profundos, tan profundos y cristalinos como el Caribe, decían a gritos lo que tu mente calló por tanto tiempo: te habías rendido.


Ya no era todo primavera, el olor a verde había cedido ante el gris húmedo y callado del otoño. La vida, seca y arrugada, se desprendía de la rama de tus pechos… y llorabas.


Tus lágrimas lacerantes dejaban huellas de tristeza en tu rostro, surcos de dolor en mi corazón.


No, no queríamos que fuera así, lo que fue motivo de inmensa alegría, fue también fuente de profunda tristeza.


Y entonces entró el tenue amarillo de un nuevo amanecer, un amanecer con rostro de varón, iluminando toda la habitación y llenando de alegría tu deprimido corazón.


Me volví hacia ti, esta vez te alcancé, me deslumbró tu sonrisa y descubrí en tus ojos, tus ojos cristalinos como el Caribe, lo que tu corazón siempre supo: Nunca haz estado sola.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Reflexiones de Paternidad

“Por eso cuídate de las esquinas, no te distraigas cuando caminas, que pa´ cuídate yo solo tengo esta vida mía.” Yordano

En solo un mes seré padre una vez más. No ha sido una tarea fácil la que me ha tocado estos últimos tres años en ese papel. Han sido años de aprendizaje con muchas meteduras de pata. Por mucho que leas y te expliquen sobre la experiencia de criar, es algo que nunca llegas a dominar por completo (quizá porque la vida misma es algo en lo que nunca llegas a ser experto).

El tiempo como padre de Aileen Elianette ha sido lo más placentero y difícil a la vez, en la mirada de sus ojos y la melodía de su voz te haces consciente del gran compromiso que conlleva la paternidad. Sentir el peso de la responsabilidad de la formación de una vida provoca en el más fuerte de los mortales un sano sentimiento de debilidad que, según experiencias ajenas, es consustancial a la condición de padre.

El solo hecho de imaginarme que Emanuel esta apenas a días de estar con nosotros, incrementa el temor de manera considerable. Será mi primer varón, y en un mundo donde esa condición se hace cada vez más difusa, recae en mí la responsabilidad de ser la figura principal en las primeras etapas de su vida, etapas que determinarán el resto de su existencia.

Pensar que él me mirará con los mismos ojos de admiración que siempre he tenido hacia mi propio padre me humilla en tal manera que desespero por lograr estar a la altura de sus expectativas. Te hace autoevaluarte, redescubrir quien realmente eres, que tan apegado estás a tus valores, cuales son los principios que deseas transmitirle.

Son días difíciles para criar, tiempo de corrupción en todas las áreas de nuestra sociedad, época de relativismo moral que hace que todo parezca válido. Sí, son tiempos difíciles, pero este es nuestro tiempo, el que nos ha tocado vivir y para el cual hemos sido designados por el Altísimo como Sus representantes. En ningún otro lugar esto es tan significativo como en la paternidad. Sí, son tiempos difíciles, pero los afrontaremos con la gallardía que lo hicieron nuestros predecesores, y lograremos que esa antorcha no toque suelo. Así nos ayude Dios.

cristianismo emergente

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pasanoche en la iglesia, en vigilia, son las 4:20 y aqui estamos buscandobel rostro de Dios.